sábado, 13 de septiembre de 2008



no estabas antes ...
hoy si...
valio la pena esperar,
vales mas que todo mi recorrido

-No me acuerdo de vos.
Tengo muy mala memoria.
¿Quién eras? El marinero del Toronto Star, el de La Habana Maru, el astronauta enamorado de Benedetti, …no me acuerdo.

-Es importante hacerlo. Quiero que me relates tu último optimismo. Yo te ofrezco mi última confianza.

-La esperanza tan dulce, tan pulida, tan triste, la promesa tan leve no me sirve.

-Aunque sea un trueque mínimo, debemos cotejarnos.

- No me sirve tan mansa la esperanza, la rabia tan sumisa, tan débil, tan humilde.
El furor tan prudente no me sirve. No me sirve tan sabia, tanta rabia.

-Estás sola, estoy solo; por algo somos prójimos. La soledad también puede ser una llama.

-No me quieras, por favor, no me quieras, no me quieras, no me quieras…

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